De acuerdo con esta definición de
familias y personas, en España hay 2.192.000 familias en las que viven
8.509.000 personas que viven bajo el umbral de la pobreza.
A la vista de estos datos, es
necesario:
Establecer los lazos de conexión
y causalidad existente entre desigualdad económica y social, y la pobreza.
Describir, hasta donde sea
posible, la influencia, o no, del crecimiento económico en la desaparición
paulatina de la pobreza.
Distinguir claramente la pobreza
económica de la pobreza sociológica por más que una y otra se den
simultáneamente en las mismas familias y personas.
Descubrir, por fin, los
colectivos de personas pobres en peor o mejor situación relativa, como por
ejemplo, mujeres pobres solas o con cargas familiares, niños pobres sin escolarizar,
jóvenes pobres y parados, etc.
CARACTERÍSTICAS DE LA POBREZA EN ESPAÑA
La tónica dominante de la pobreza
como fenómeno social es la gran heterogeneidad de situaciones existentes tanto
a nivel geográfico como a nivel de subcolectivos que por diversos factores
pueden distinguirse en el mundo de los pobres.
Es preciso, con todo, hacer un
esfuerzo analítico que apunte a esbozar las características comunes más
llamativas que se dan en la pobreza de todo el Estado:
Para empezar hay que decir que la
"extensión" de la pobreza (tasas sobre 100) en familias y en
población (19.4% de hogares; 22.1% de población) es superior a la media Europa
(15%) y sólo inferior a la existente en Portugal y Grecia entre los países de
la UE, midiendo siempre la pobreza bajo el umbral del 50% de la RDN (Renta de
Distribución Neta).
Este hecho de la "extensión
de la pobreza" tiene mucho que ver con la desigual distribución de la
riqueza aún existente entre nosotros y con el diferente crecimiento y
desarrollo económico, que adquiere diferencias de grado en el interior de cada
Comunidad Autónoma o Provincia del Estado.
Un hecho llamativo es el del
proceso acelerado de la juvenalización de la pobreza. El 44.1% del total de los
pobres de España tienen menos de 25 años. Son niños y jóvenes.
Esto sucede sobre todo en los
grados más graves de pobreza. En la pobreza extrema (-15% de la RDN), por
ejemplo, más del 65% del colectivo (unas 347.500 personas) tienen menos de 25
años. En el conjunto de los pobres severos (1.739.800 personas) el 53.2% son
jóvenes o niños: 926.600.
Este aspecto es tan grave que
merecería conocer más en profundidad lo que está sucediendo con la juventud y
la infancia en España, y sobre todo con el pronóstico del futuro de este sector
no sólo para denunciar el hecho sino para arbitrar actuaciones y políticas
sociales que mejoren, al menos en parte, esta situación.
Otra característica
particularmente seria y grave es la de la incidencia de la mayor dimensión de
la familia (familias numerosa o numerosísimas) en las peores situaciones de
pobreza. Casi la mitad de las familias de más de siete miembros, entre los
pobres, están en la pobreza severa y su grado de malestar es mucho más grave
que el de las familias de dimensión media (3.8 miembros). Por otras razones también
tiene connotaciones de mayor malestar la situación de las personas pobres
(generalmente mujeres mayores) que viven solas.
RECURSOS PARA LOS SIN TECHO
Para llevar a cabo esta tarea, se
dispone de un presupuesto bastante reducido. En una estimación generosa, se
puede decir que en España se emplean alrededor de 10 mil millones de pesetas al
año en atender a las personas sin hogar. Esto significa que la red dispone de
entre 2.400 a 3.100 pts al día por persona sin hogar para cubrir todos los
gastos: que van desde la comida, la ropa y el alojamiento, a los gastos
generales de mantenimiento y de personal.
Los fondos públicos apenas cubren
el 54% de esta cantidad ya de por sí bastante exigua, el resto ha de obtenerse
gracias a la generosidad de los particulares (42%) e incluso de las
aportaciones que realizan los propios afectados (1,1%), cuya contribución es
prácticamente igual a la que realizan las empresas (1,25%). Hoy por hoy, en
este país, los frutos del marketing con causa y de las donaciones con fines
sociales, no suelen ir destinados a remediar la situación de los excluidos más
cercanos, cuya presencia y proximidad parece más incómoda e indeseable que la
de otros grupos sociales carenciados con mejor "imagen" o más
distantes geográficamente, por lo que suele fluir hacia otras agencias y
organizaciones, especialmente hacia las que se ocupan de proyectos de
cooperación internacional.


La mejor forma de darse cuenta de la economía de España es ver como nuestros compatriotas regresan a su país.
ResponderEliminar